La entrega de nuestro lector Juan Valdivia a quien apreciamos la dedicación con nuestros lectores comienza así: Una noche, aproximadamente las 9.30 p.m. Mientras manejaba su taxi Hernaldo divisó a una mujer de edad ya avanzada en la autopista con un BMW averiado, él estacionó su auto delante y bajó para ayudarla.
La señora miró preocupada al hombre que se le acercaba pues no tenía muy buen aspecto, se veía pobre y hambriento, Heraldo se dio cuenta e intentó tranquilizarla, “no se preocupe solo vengo para ayudarla” …
Lecciones de Vida: HERNALDO
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 13 de febrero 2019) Él le dijo: Entre al coche así no se moja y yo veo que puedo hacer, antes que terminara de ajustar las últimas tuercas la mujer bajó la luna de la ventana y comenzó a conversar con él, le contó que estaba de paso por allí.
Mientras Hernaldo cerraba la caja de herramientas del coche, la señora le dijo no sé cómo agradecerle ¿Cuánto le debo?
-El respondió no es nada, la mejor forma de pagarme es que la próxima vez que vea a una persona que necesite ayuda lo haga de manera desinteresada, y entonces ese día “acuérdese de mi” agregó despidiéndose.
Unos kilómetros más adelante la señora divisó un bar, se detuvo para tomar una taza de café bien caliente antes de continuar, ya que hacía demasiado frío.
En el lugar una cortés camarera se le acerco y extendió una toalla de papel para que secara su cabello, tenía su rostro agradable una hermosa sonrisa. La señora notó que la camarera estaba embarazada, pero eso no le hacía cambiar su simpática actitud.
Pensó en cómo había gente que teniendo tan poco era tan generosa y amable con los extraños. Entonces se acordó de Hernaldo….
Al terminar su café pagó con 100 euros, cuando la muchacha traía el cambio se dio cuenta que la señora ya se había ido, intentó alcanzarla, pero al pasar vio en la mesa una nota y 4 billetes más en la nota. Los ojos se le llenaron de lágrimas cuando leyó esta nota “Cuando tuve necesidad alguien me ayudó, como hoy te estoy ayudando”
Esa noche cuando la camarera entraba a su casa silenciosamente en la cama, para no despertar a su agotado esposo que debía levantarse muy temprano pensó en lo que la mujer había hecho por ella. ¿Cómo sabía ella los problemas económicos que estaban pasando, mas ahora con la llegada del bebé?
Acercándose suavemente hacia él, para no despertarlo, mientras lo besaba tiernamente le susurró al oído “todo va estar bien… Te amo Hernaldo”
“CUANDO TUVE NECESIDAD ALGUIEN ME AYUDO COMO HOY LO ESTOY HACIENDO CONTIGO”
Vaya…este mundo es un pequeño, pero tan grande a la vez…. Y siempre he pensado que nuestra vida es como un bumerang. Lo que envías recibes, lo que siembras cosechas….
Qué se iba a imaginar Hernaldo que la mujer de una u otra forma le iba a pagar su favor, y justamente con su esposa….
Da lo mejor de TI… tu corazón te lo agradecerá.