La nueva normalidad representa un conjunto enorme de desafíos en materia de seguridad de la información: el crecimiento exponencial del comercio electrónico, la aceleración de la transformación digital y fenómenos como el teletrabajo y la educación a distancia multiplicaron los puntos de acceso vulnerables en apenas un año. Deloitte detectó que la ciberseguridad representa el principal riesgo que dicen enfrentar los CEO’s de cara a los próximos tres años (18% la eligió en una encuesta de 2021, contra un 10% de 2020).
Se duplica número de CEO’s preocupados por la ciberseguridad
Aumento de amenazas y falta de recursos marcan sus agendas. Este tema es la principal preocupación de los CEO’s de aquí a tres años. Lumen identifica cuatro factores que incrementan la presión sobre las áreas de seguridad de las empresas y propone estructurar una estrategia inteligente y automatizada.
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 11 de agosto 2021) En este contexto, Lumen identifica cuatro tendencias que incrementan la presión para que las empresas avancen sobre una nueva estrategia de ciberseguridad. La primera es el nuevo escenario de amenazas: el ciberdelito es un negocio lucrativo que, cuanto más daño produce, más crece. Las barreras de ingreso suelen ser bajas y el retorno de cada acción, elevado.
Black Lotus Labs, el departamento de Lumen especializado en ciberdelitos, analiza la información de la red global de la compañía en tiempo real y visibiliza las amenazas que se producen a nivel mundial. Sus últimos números indican que se descubren 680 centros de comando (c2) desde los que se lanzan ataques al mes, se rastrean 28.000 c2 al día y se desactivan 63 cada treinta días.
La segunda es la escasez de talento en el campo de la seguridad de la información: la consultora Gartner determinó que un 82% de las empresas sufre alguna brecha entre los expertos que necesita y los que dispone, y un 71% ya admitió algún tipo de impacto como consecuencia del faltante de talento.
El tercer elemento es el crecimiento exponencial de la red, que mueve un volumen de datos cada vez mayor a una velocidad más alta y distribuido por más puntos. Hoy los hogares, re convertidos en ámbitos de trabajo, con los empleados trabajando desde allí con dispositivos hogareños poco seguros y raramente actualizados, representan nuevos puntos de acceso para los ataques.
Todo lo anterior lleva a la cuarta tendencia: la complejidad del gerenciamiento de la seguridad. Hoy los límites físicos no existen y delimitar un perímetro seguro es prácticamente imposible: cada sitio, nube o borde en el que la empresa tiene alojadas aplicaciones o datos es un punto que representa un desafío de seguridad.
“La nueva normalidad exige un esquema de seguridad inteligente -capaz de capitalizar la información ya disponible-, en el cual las soluciones son built-in, es decir, vienen preconcebidas desde el diseño de la infraestructura, personalizadas -cada empresa tiene su propia complejidad- y automatizadas, para hacer frente al enorme volumen de amenazas, imposible de analizar y gestionar por personas que, por otra parte, podrían dedicar así su tiempo y su esfuerzo a aportar mayor valor a la empresa”, concluye Pablo Dubois, Regional Security Product Manager de Lumen.