En 1978, Perú marcó un hito significativo en el campo financiero al inaugurar su primer cajero automático. Este dispositivo, bautizado como “Ramón”, permitía a los usuarios realizar retiros de efectivo sin necesidad de visitar una ventanilla bancaria. Aunque en esa época la tecnología era incipiente, este paso sentó las bases para la modernización del sistema financiero peruano. Desde entonces, los cajeros automáticos se han multiplicado y evolucionado, facilitando las transacciones y brindando mayor comodidad a los clientes. Así lo registra la historia de las TIC´s en el Perú.