El Perú enfrenta grandes retos para cerrar la brecha de conectividad digital en zonas rurales, donde alrededor de 60,000 localidades aún carecen de acceso a internet. Durante un conversatorio liderado por ISOC Capítulo Perú, expertos destacaron la necesidad de integrar telecomunicaciones, electricidad y educación para mejorar la conectividad en estas áreas. Se discutieron propuestas como el subsidio a la demanda y proyectos de infraestructura mediante obras por impuestos. La sostenibilidad de los servicios y el impulso de la economía digital en comunidades rurales son esenciales para reducir esta brecha y fomentar el desarrollo económico y social del país.
Cerrando la Brecha de Conectividad Digital Rural: Desafíos y Oportunidades en Perú
Se destacó en el conversatorio la voluntad política de querer hacer las cosas, sin ello, nuestro país seguirá con ratios bajos en la ansiada conectividad digital.
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 18 de setiembre 2024) El Perú enfrenta importantes retos para cerrar la brecha de conectividad digital en las zonas rurales, una cuestión que fue ampliamente discutida en el reciente conversatorio liderado por Alfredo Astudillo, presidente de ISOC Capítulo Perú. Expertos del sector como Christian Chee, vicepresidente de Desarrollo de Negocios en GILAT Perú, Luis Montes, exdirector de PRONATEL, y Carlos Huamán, director ejecutivo de DN Consultores aportaron visiones claras sobre los obstáculos que enfrenta el país y las posibles soluciones para mejorar la conectividad en las áreas más alejadas.
La conectividad rural: más allá del acceso a internet móvil
Uno de los grandes desafíos es la dispersión geográfica del país y la baja densidad poblacional en zonas rurales. Christian Chee destacó que, aunque algunas localidades han mejorado en términos de penetración de servicios digitales, aún hay aproximadamente 60,000 zonas donde viven cerca de tres millones de personas sin acceso a internet. Estos lugares enfrentan no solo la falta de infraestructura, sino también carencias básicas como electricidad, lo que limita significativamente su desarrollo.
Luis Montes complementó esta visión resaltando que la conectividad rural no debe limitarse al acceso móvil. Señaló que el 95% de los centros poblados rurales no cuenta con internet fijo, lo que subraya la necesidad urgente de mejorar la cobertura y velocidad de conexión. Montes también hizo hincapié en la importancia de reducir costos para que la conectividad sea económicamente viable, proponiendo un enfoque integral que combine telecomunicaciones, electricidad y educación.
Propuestas innovadoras para un futuro conectado
A lo largo del conversatorio se discutieron diversas soluciones, entre ellas la posibilidad de implementar un subsidio a la demanda, similar al Fondo de Compensación Social Eléctrica (FOSE), que podría ser replicado en el sector de telecomunicaciones. Este modelo permitiría que los clientes urbanos subsidien a las poblaciones rurales, asegurando la sostenibilidad de los proyectos de conectividad a largo plazo. Si bien esta idea ya había sido discutida en el pasado sin éxito, sigue siendo una propuesta viable para fomentar el desarrollo económico en las zonas más remotas del país.
Una experiencia relevante fue un proyecto piloto realizado en 2018 en Ayacucho, donde se instalaron sensores para facilitar la toma de lecturas eléctricas en casas rurales. Aunque la falta de conectividad a internet complicó la recolección de datos, el experimento mostró que la tecnología puede mejorar la gestión de servicios en áreas alejadas si se aborda de manera integral y adaptada a las necesidades locales.
La visión a largo plazo: sostenibilidad y desarrollo económico
El reto principal no es solo llevar infraestructura, sino hacer que la conectividad sea sostenible y generar oportunidades productivas que permitan a las comunidades rurales crecer económicamente. Según Chee, la conectividad es crucial para acceder a servicios básicos como la educación y la salud, pero también para fomentar la inclusión financiera y el empleo. Luis Montes, por su parte, insistió en que el desarrollo de la economía digital debe ser un objetivo primordial, integrando e-commerce y servicios públicos digitales en las zonas rurales.
Próximos pasos: propuestas concretas
El conversatorio organizado por ISOC-PERÚ no solo aportó ideas valiosas, sino que también dejó claro que es necesario transformar estas discusiones en propuestas concretas para los órganos competentes. Entre las ideas más discutidas, se destacó la necesidad de promover proyectos de infraestructura a través de esquemas como obras por impuestos, no solo para telecomunicaciones, sino también para otros servicios esenciales en zonas rurales. Se espera que en próximos encuentros, como el “Encryption Day”, se continúe avanzando hacia soluciones que fortalezcan el ecosistema digital del país.
La conectividad rural sigue siendo uno de los retos más importantes para el Perú, pero también representa una gran oportunidad para impulsar el desarrollo económico y social. Con un enfoque integral que combine infraestructura, educación y sostenibilidad, y mediante la cooperación entre el sector público y privado, el país puede avanzar hacia la reducción de la brecha digital y mejorar la calidad de vida de millones de peruanos en zonas rurales.