El Encuentro Tecnológico de Inteligencia Artificial y los Embajadores de la Paz Mundial, organizado en el CIP, resaltó la necesidad de humanizar la tecnología. Presidido por el Dr. Francisco Madrid Cisneros, el evento promovió el uso ético de la IA, enfatizando que el progreso tecnológico debe centrarse en el bienestar humano y la paz. Con intervenciones de personalidades como el Dr. Carlos Garrido Chalén y José Coveñas, se destacó que la verdadera paz trasciende la ausencia de conflictos, abarcando justicia y dignidad. Este encuentro consolidó el compromiso de ingenieros y académicos como embajadores de un cambio positivo.
Encuentro Tecnológico de Inteligencia Artificial y los Embajadores de la Paz Mundial: Un Llamado a la Humanización
La cita de la semana pasada fue una invitación a reflexionar sobre cómo queremos construir nuestro futuro: El avance de las TI y la humanidad deben avanzar en armonía.
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 06 de noviembre 2024) En una era marcada por el avance vertiginoso de la tecnología, el “Encuentro Tecnológico de Inteligencia Artificial y los Embajadores de la Paz Mundial” celebrado en el Colegio de Ingenieros del Perú trajo consigo un mensaje poderoso: la tecnología debe estar al servicio de la humanidad. Presidido por el Dr. Francisco Madrid Cisneros, presidente del Capítulo de Ingeniería Electrónica, el evento reunió a expertos en tecnología, académicos, líderes de paz y público en general, quienes compartieron reflexiones profundas sobre el papel de la tecnología en un mundo cada vez más convulso y cómo esta puede, y debe, contribuir a humanizar a la humanidad.
El evento contó con una ceremonia de inauguración cargada de emotividad, donde el Dr. Madrid Cisneros destacó la importancia de “no solo innovar tecnológicamente, sino también de impulsar la paz y los valores en un contexto donde la humanidad enfrenta desafíos morales profundos”. Según Madrid, los avances en inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías deben estar alineados con los valores de paz, justicia y dignidad humana. Con el apoyo de destacados colaboradores, como el Dr. Carlos Garrido Chalén, presidente de la Unión Hispanoamericana de Escritores y Académicos, y José Coveñas, director de Investigación e Innovación de la Universidad Villarreal, se dio inicio a un espacio de diálogo que, más allá de la tecnología, invitó a reflexionar sobre el rol de los seres humanos en el diseño de un futuro más justo y pacífico.
Tecnología al Servicio de la Humanidad
Madrid Cisneros subrayó la importancia de que los ingenieros y desarrolladores de IA adopten un enfoque ético y humano: “No se trata solo de programar, sino de ‘humanizar’ la tecnología”. El desarrollo de sistemas inteligentes no debe perder de vista a las personas para quienes está diseñado. “El riesgo es que los robots se vuelvan cada vez más fríos, que nuestras ciudades se tecnifiquen sin alma, y que olvidemos que la humanidad debe permanecer en el centro de todo avance”, enfatizó.
Para José Coveñas, la responsabilidad social debe ser un pilar en la educación de los futuros ingenieros. En su discurso, compartió la iniciativa de integrar la IA en los currículos académicos de la Universidad Villarreal no solo como una herramienta técnica, sino como una disciplina orientada al bien común. Los programas de doctorado incluyen módulos que promueven la paz y el desarrollo sostenible, mostrando a los futuros líderes tecnológicos la importancia de usar sus conocimientos para construir sociedades más inclusivas y seguras.
Paz Mundial: Un Desafío que Trasciende Fronteras
El Dr. Carlos Garrido Chalén, conmovido, destacó la gravedad de la crisis moral y de valores que atraviesa el mundo moderno. Según él, la paz no es solo la ausencia de conflictos armados, sino una construcción social que requiere justicia, equidad y un respeto profundo por la dignidad humana. “Estamos en un momento donde el desarrollo tecnológico ha superado los límites de lo imaginable, pero la humanidad enfrenta una crisis sin precedentes que se origina en la codicia, el individualismo y la pérdida de valores”, señaló Garrido Chalén.
Garrido Chalén también recordó su experiencia en eventos internacionales, donde ha sido testigo de cómo la paz, cuando es superficial y sin sustento moral, solo genera un vacío mayor. “Nos enfrentamos a la paz hipócrita, aquella que se vende como un concepto político sin el respaldo de una verdadera justicia social. Si queremos que la tecnología nos sirva, necesitamos primero que sirva a la humanidad en su sentido más profundo, y para eso tenemos que trabajar en todos los ámbitos: desde la educación hasta la política”.
Embajadores de la Paz: Una Luz de Esperanza
Durante el evento, se nombraron a nuevos Embajadores de la Paz, profesionales comprometidos con la misión de promover los valores de unidad, justicia y paz en sus respectivos campos de acción. Este reconocimiento busca consolidar un movimiento que inspire a más personas a trabajar por un mundo donde la tecnología se utilice para resolver problemas sociales y no para agravar las divisiones existentes. Estos embajadores fueron recordados como pilares fundamentales de una misión que no solo se enmarca en sus logros académicos o profesionales, sino en su capacidad de influir positivamente en sus comunidades.
Conclusiones: Hacia una Ingeniería con Conciencia
El Encuentro Tecnológico de Inteligencia Artificial y los Embajadores de la Paz Mundial marcó un hito en la historia del Colegio de Ingenieros del Perú al recordar a los presentes que, aunque la IA y otras tecnologías emergentes tienen el potencial de transformar radicalmente nuestras vidas, el verdadero cambio empieza en el corazón de cada persona. Para Francisco Madrid y todos los líderes del evento, la ingeniería del futuro deberá ser una ingeniería con conciencia, capaz de reconocer que el progreso no se mide solo en avances técnicos, sino en el impacto positivo que deja en la vida de cada ser humano.
Este evento fue, sin duda, una invitación a reflexionar sobre cómo queremos construir nuestro futuro: uno donde la tecnología y la humanidad avancen de la mano en armonía, en el que los ingenieros y los desarrolladores sean, ante todo, constructores de paz y justicia.