En esta oportunidad, nuestro lector, Ing. Rolando Liendo nos escribe y trae a recuerdo a Castells donde menciona que la tecnología jugará un papel protagónico en las grandes transformaciones políticas, económicas y sociales… ello es totalmente válido expresa Liendo. Pone como ejemplo el servicio de transportes de taxis de Lima, donde alguna entidad municipal hizo esfuerzos unilaterales para transformarlo en un buen servicio, incluso se ofreció bonos del chatarreo de miles de dólares para incentivar el cambio de unidades, sin éxito alguno, hasta que aparecieron algunas aplicaciones tecnológicas, los grandes cambios no vienen por normas o decretos, enfatiza.
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Ideas simples para grandes problemas
Las TIC´s también son eficaces herramientas para combatir la corrupción
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 14 de diciembre 2016) Según Castells, “las mayores transformaciones políticas, económicas y sociales vendrán del lado de la tecnología, ya no por evolución de la misma política, economía o sociedad”. Nada más cierto. La tecnología está revolucionando el quehacer humano. Veamos el caso del ordenamiento de taxis en la ciudad de Lima, Perú. Lima es una de las pocas ciudades en Latinoamérica que no tiene un sistema de taxis organizado, ni regulado. Desde 1995, se intenta censar, organizar y renovar el parque automotor. Inclusive se ofreció un bono del chatarreo (entre 2,000 a 3,000 dólares americanos) como incentivo para el cambio de las unidades. Nada ello funcionó. Sin embargo, en los últimos tres años aparecieron las aplicaciones para celulares (apps) que permitieron a los usuarios seleccionar el tipo de taxi y servicio que desean (Uber, Easy Taxi, Taxi Beat, etc). Inmediatamente, por efecto de oferta y demanda, las unidades empezaron a modernizarse, la mayoría a contar con aire acondicionado; la calidad se incrementó, se hizo más seguro el servicio, lo cual fue muy apreciado por los usuarios. Notamos, que el cambio radical no vino por ninguna norma o decreto; no vino por algún estímulo económico ni pacto social. Todo vino desde el empoderamiento de los clientes a través de la tecnología.
Esta es una corriente económica-social-tecnológica denominada el “uberismo” (proviene del fenómeno Uber); probablemente, en las próximas décadas se estudie el “uberismo” como hoy se estudia el “taylorismo” o “keynesianismo” por su impacto en la economía y sociedad.
Las mismas TICS pueden contribuir a solucionar problemas estructurales como por ejemplo, la corrupción. La corrupción no es un problema de malos sino de ausencia de buenos. No se trata de penalizar a los malos, sino de encontrar a los buenos. La corrupción es milenaria. La serpiente corrompió a Adán al sexto día, Caín mató a Abel por interés personal, los griegos 1,200 A.C. eran aislados (ostracismo) por “arreglar elecciones”; los fenicios 1,000 A.C. cobraban sobornos por reducir precios, etc y un largo etc. la corrupción es intrínseca al ser humano. Donde hay un ser humano, hay corrupción. Pero que hacer? Los invito a revisar mi contribución en mi reciente blog https://rolandoliendo.blog/