La siguente entrega periodística tiene como espíritu nombrar algunos de los muchísimos casos donde los emprendedores tecnológicos apuestan por ellos, sus familias y por ende el país. Son historias que vale la pena destacar y donde casi no existen políticas públicas de parte del estado para apoyar iniciativas como las que describimos. Hay que reconocer que desde el Concytec se hace algo de ello, pero muy tímidamente. Hace falta una labor mucho más proactiva y agresiva en tal sentido. Invitamos amigo lector, pueda leer este especial que se lo entregamos con el único afán de dar a conocer algunas de las cosas buenas que se siembran en nuestro país. Esperemos su opinión al respecto.
Los emprendedores TIC salen adelante a propio riesgo y voluntad propia
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 22 de noviembre 2017) El emprendedurismo en el Perú aún tiene piernas cortas. La mayoría de los casos que han sido destacados en el ambiente mediático de la prensa masiva no fueron precisamente los proyectos públicos, como debiera ser, sino aquellos donde la iniciativa privada e incluso el esfuerzo individual luchan por sobresalir.
Mucho menos importancia ha recaído sobre los proyectos enmarcados en tecnología de punta y sistemas IT que son aquellos que incumben a los medios especializados como AMERICA SISTEMAS y que en un esfuerzo investigativo vamos a reseñar en las siguientes líneas.
El caso de Jessica Márquez
Recién terminada la etapa escolar Jessica se mudó a los Estados Unidos no tanto porque el imán del sueño americano la atraía. Era el espacio, ese vacío sideral que contemplamos cada vez que miramos las nubes, lo que la cautivaba.
No es difícil suponer entonces que desde Lima-Perú ella no podría descubrir los misterios de esa inmensa bóveda celeste, sino desde un lugar que solo el gran país del norte le podía ofrecer. Es así que llegó, primero, a la Universidad de Princeton, en New Jersey, recaló en el MIT (Massachusetts Institute of Technology) y luego en los laboratorios de la NASA, nada menos.
Ese empeño individual y esfuerzo propios hoy la tienen encumbrada como una ingeniera de Factores Humanos del Espacio especializada en sistemas de apoyo a la toma de decisiones para la exploración lunar y planetaria.
Y si quedaran dudas del ímpetu emprendedor de Jessica bregó hasta ganarse una maestría en aeronáutica y astronáutica y posteriormente un doctorado en ingeniería de sistemas humanos.
En sí la tarea de Jessica es analizar el comportamiento del ser humano en el espacio y de cómo la interrelación afecta las funciones biológicas de los astronautas.
“Método Peregrino”
El esfuerzo en solitario de Jessica va en contrapartida de lo que un equipo de 25 emprendedores también puede conseguir por iniciativa propia cuando hay voluntad y una línea directriz correctamente encaminada.
Nos referimos al caso de los alumnos del quinto de secundaria del colegio Juan Pablo Peregrino, del distrito de Carabayllo, que lograron aprobar al unísono el último examen de admisión nada menos que en la gloriosa Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Es un hecho inédito que 25 estudiantes, todos ellos de un mismo salón, hubieran conseguido hacerse de un cupo compitiendo entre más de 23 mil postulantes y con solo 2,136 plazas disponibles.
A todas luces es un acontecimiento inusual pero deja en evidencia una lección: el emprendimiento y decisión puede ser individual o en equipo.
Paolo Somocurcio, tutor de los destacados adolescentes, ha declarado que el éxito obtenido se debe a que en su escuela desarrollaron el “método Peregrino” que consiste en brindar una formación integral a los alumnos, que abarca “no solo los conocimientos sino la siembra de valores y el abordaje de los problemas personales y familiares”.
Fue necesaria incluso -cuenta el profesor- la participación de tres psicólogos que detectaban los problemas familiares que pudieran estar afectando a algunos de ellos.
El “método Peregrino” es desde ahora una nueva estrategia de emprendimiento educativo que sin duda alguna seguirá redituando frutos pues tierra fértil (los alumnos) tenemos a raudales.
Campeones en Fútbol-Robótica
Diferente es el caso de los adolescentes Sebastián Moscoso Riveros (17), Aarón Pereyra Anco (18), Guido Tapia Oré (18) y Pedro Figueroa Saire (18), que habiendo dejado ya la escuela secundaria, hoy desde la Universidad Católica San Pablo de Arequipa están dando mucho de qué hablar y escribir.
Los cuatro son destacados alumnos de la facultad de Ciencias de la Computación de la referida universidad que han creado los primeros “robots autónomos” de nuestro país y ganadores indiscutibles del último campeonato mundial de fútbol-robótica “Robocup 2017” nada menos que en Nagoya, Japón.
Según propia confesión “no fue fácil”. Como en todo triunfo importante, tuvieron que invertir mucho tiempo y esfuerzo. Con más rigor y disciplina que el impartido a los cracks de carne y hueso, sus robots futbolistas gastaron largas horas de entrenamiento y concentración antes de quedar a punto y lograr la medalla de oro del campeonato en mención.
El futuro de este cuarteto peruano de especialistas en robótica es insospechado. Apenas cursan el primer año de la carrera y ya ostentan el título de son campeones mundiales.
Aprovechando su estancia en Nagoya los “stormtroopers” como son conocidos estos muchachos, participaron en otras dos competiciones: “Rescue Simulation Agents” (rescates simulados) donde fueron los únicos latinoamericanos en participar, y “Rescue Line Junior” (rescate en línea). En el primero ocuparon el puesto 7 de 12 participantes, mientras que en el segundo ocuparon la casilla 10 de entre 19 concursantes.
Desde que ingresaron a la universidad todos ellos optaron por pertenecer al Club de Robótica de la UCSP y desde entonces su día a día se enmarca en mejorar cada versión de los robots.
Según Dennis Barrios, director del Laboratorio de Robótica y Visión Computacional del mencionado centro de estudios: “el equipo demostró en Japón poseer un gran talento en la programación y uso del software”. Pero aun cuando no hubiese así, el solo hecho de haber participado de una competencia internacional “no vale tanto por lo que hemos ganado, sino por lo que hemos aprendido”, dijo uno de ellos.
En la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), al sur de Lima, una pareja de jóvenes estudiantes también se anima por los misterios de la robótica y han creado un pez-robot cuya inteligencia inducida lo hace absorber partículas metálicas que pudiera detectar en lagunas y lagos contaminados con el propósito de purificar el agua.
Aun este proyecto se encuentra en etapa experimental pero todo conduce a pensar que haciéndole los ajustes necesarios pronto tendremos un producto “revisado, mejorado y actualizado”.
De acuerdo con sus autores Renzo Calcina Ortiz (24) y Daniel Túpac Yupanqui (22), alumnos UTEC del cuarto ciclo de Ingeniería Mecánica e Ingeniería de la Energía, respectivamente, el aparato que tiene el singular nombre de Nano Pez porque “durante nuestras investigaciones encontramos que la biomasa tiene una aplicación similar a las nanopartículas. Por ejemplo, la biomasa generada a partir de algas pardas atrae mercurio y la de la cáscara de naranja atrae el plomo”.
Fue un campanazo que alertó al profesor de ambos, Alejandro Ríos, quien fue el que los motivó para seguir hacia algo más concreto, naciendo de esta manera la idea de crear una criatura y sumergirla en las aguas para captar esas partículas.
En si -dicen Renzo y Daniel- el Nano-Pez funciona como un vehículo que transporta y a la vez protege a la biomasa y las nanopartículas, potencian su función y juntas pueden lograr una mejor limpieza del agua.
Para extender la idea de sus estudiantes a dimensiones industriales, la UTEC ha puesto en marcha la campaña “Buscamos Cómplices” para apoyar a este par de emprendedores que no quieren que Nano-Pez quede en un modelo de prototipo. “Si alguien cuenta con una idea mejor que contribuya a optimizar este proyecto será bienvenido”, señalan.
Fabricado con una combinación de parte plásticas y tubos metálicos de diversos calibres, el Nano Pez espera sumergirse pronto en ríos y lagos para hacer la enorme tarea de limpiar el eco sistema acuático, absorbiendo las partículas malignas pero sin alterar el hábitat natural de los peces y todos los seres vivos.
En todos estos casos el denominador común lo podemos encontrar en la iniciativa privada y principalmente el esfuerzo personal de sus integrantes.
Creemos que si bien el Estado hace esfuerzos por apoyar las iniciativas individuales y colectivas de los estudiantes que tienen pasión por el emprendimiento, falta mucho por hacer. La sentencia del vate César Vallejo sigue vigente más que nunca: “Hay hermanos mucho por hacer”.
Un Comentario
Juan Tenorio
Ke buen logro.