Kaspersky enfrenta un nuevo desafío, esta vez en Australia, su gobierno ha decidido bloquear el uso de sus productos en entornos gubernamentales, citando preocupaciones de seguridad nacional. Tras un análisis, las autoridades australianas afirmaron que la empresa representa un “riesgo significativo” debido a posibles vínculos con el gobierno ruso. Sin embargo, Kaspersky ha rechazado estas acusaciones, argumentando que la decisión está motivada por razones políticas y geopolíticas, no por evidencias técnicas. Aunque la medida no afecta a usuarios domésticos, la compañía insiste en que es una víctima de la tensión internacional por su origen ruso, reiterando la transparencia y seguridad de sus productos.