BN: ¡Cero Meritocracia!

El reciente proceso de contratación en el Banco de la Nación, donde 10 de 15 gerencias fueron asignadas a personal interno sin cumplir con un proceso de selección transparente, ha generado fuertes críticas y preocupación. La inversión de más de 100.000 soles en un concurso público, que terminó favoreciendo a los mismos funcionarios del banco, pone en duda la transparencia y la meritocracia en una de las instituciones más importantes del país. La ciudadanía pide a la Contraloría investigar y anular este proceso, evidenciando una vez más los problemas de corrupción y amiguismo en el sector público.

La Sombra del Amiguismo: El Caso del Banco de la Nación y la Crisis de la Meritocracia

Lamentablemente en el estado todos los días vemos casos de corrupción e impunidad desde las más altas esferas, Contraloría debería tomar carta en el asunto inmediatamente.

(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 21 de agosto 2024) El reciente proceso de contratación en el Banco de la Nación ha desatado una ola de críticas y preocupación en la sociedad peruana. La entidad, que debería ser un bastión de transparencia y meritocracia, ha caído bajo sospecha debido a la contratación de gerentes sin un proceso de selección claro y justo. Este hecho pone en entredicho la integridad de una de las instituciones más emblemáticas del país.

En enero de este año, el Banco de la Nación convocó a un concurso público para cubrir 15 puestos de gerencia, con la promesa de una selección transparente y basada en el mérito. Sin embargo, lo que debería haber sido un ejemplo de buena gestión se ha convertido en un escándalo. De los 15 puestos convocados, 10 fueron ocupados por personas que ya trabajaban en la entidad, sin haber pasado las evaluaciones correspondientes. Los otros cinco puestos fueron declarados desiertos, a pesar de contar con candidatos aptos.

Contratación de headhunter para la foto
Lo más alarmante es que el proceso, que costó más de 100.000 soles, fue llevado a cabo por una empresa cazatalentos contratada específicamente para garantizar una selección justa y eficiente. Sin embargo, las entrevistas finales para los postulantes externos nunca se realizaron, y los ganadores fueron seleccionados directamente por el directorio del banco.

Este acto ha generado una fuerte indignación entre los profesionales que participaron en el proceso y en la opinión pública en general. La Contraloría General de la República ha sido señalada por los ciudadanos como la entidad que debe investigar este caso y anular el proceso, en defensa de la meritocracia y la transparencia en el sector público.

La situación actual refleja un problema profundo en la gestión del Estado, donde la corrupción y el amiguismo parecen estar arraigados. Este caso del Banco de la Nación es solo la punta del iceberg en un sistema que, lamentablemente, permite que los intereses personales prevalezcan sobre el bien común.

Es imperativo que la sociedad esté al tanto de estos hechos y que se tomen acciones contundentes para evitar que situaciones similares se repitan. La transparencia y la meritocracia no deben ser solo palabras vacías en el discurso público; deben ser principios rectores en la gestión de nuestras instituciones.