El mecanismo de Obras por Impuestos (OXI), diseñado para impulsar la inversión en infraestructura pública, enfrenta una grave crisis de transparencia y eficacia. Investigaciones revelan adjudicaciones desistidas, convenios resueltos y solo el 25% de proyectos concluidos en 15 años, con pérdidas millonarias. Además, se ha detectado la participación de empresas cascarón que inflan capitales con “Bonos de Reconstrucción” y conexiones políticas cuestionables. La distribución de recursos es inequitativa, favoreciendo a ciertas regiones sin justificación. Urgen reformas para garantizar transparencia, equidad y eficiencia, asegurando que el OXI cumpla su objetivo de cerrar brechas de infraestructura y beneficiar a la población.
El mecanismo OXI en crisis: ¿Herramienta de desarrollo o beneficio para empresas cascarón?
Una alternativa eficaz y eficiente para el cierre de brechas en nuestro país, se degrada y da paso a situaciones anómalas que este reportaje trata de explicar y donde aplica el dicho: “Pepe el vivo” seguimos con una cultura acostumbrada a sacarle la vuelta a las Leyes
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 12 de marzo 2025) El mecanismo de Obras por Impuesto (OXI), creado durante el segundo gobierno de Alan García con el objetivo de acelerar la inversión en infraestructura pública, ha sido desvirtuado por un grupo de empresas que han encontrado en este sistema una forma de obtener millonarios contratos sin cumplir con los requisitos básicos, ahora enfrenta serias críticas por su falta de transparencia y eficacia. Este reportaje expone cómo un mecanismo destinado a medianas y grandes empresas generadoras de impuestos ha sido desvirtuado, permitiendo la participación de empresas cascarón que no cumplen con los requisitos mínimos para ejecutar proyectos de gran envergadura.
Adjudicaciones desistidas y convenios resueltos: Un agujero de mil millones
Un análisis detallado de los listados oficiales de adjudicaciones y convenios OXI revela que más de 45 adjudicaciones han sido desistidas por los postores ganadores. Es decir, las empresas ganadoras decidieron no firmar los contratos a pesar de haber ganado los procesos. Además, se han resuelto 77 convenios ya firmados, lo que significa que los proyectos no se ejecutaron. En conjunto, estas situaciones suman más de 1,359 millones de soles que no se han materializado en obras concretas. Estas cifras contrastan significativamente con la narrativa del ministro de Economía, Sr. José Salardi.
El papel de las empresas cascarón: Un mecanismo desvirtuado
El mecanismo OXI fue diseñado originalmente para que medianas y grandes empresas generadoras de Impuesto a la renta de Tercera categoría (impuesto a las Utilidades) invirtieran en infraestructura pública a cambio de beneficios fiscales. Sin embargo, investigaciones recientes de El Foco han revelado que varias empresas cascarón, muchas de ellas sin empleados en planilla, han logrado adjudicarse contratos por más de S/ 671 millones en la región Ica. Y según información obtenida de los eventos de Proinversión, otros Gobiernos Regionales y Gobiernos Locales estarían a puertas de iniciar procesos de adjudicación con varias de estas y otras empresas “cascaron”.
Estas empresas han utilizado “Bonos de Reconstrucción” de los años 80 para inflar sus capitales y cumplir con los requisitos financieros necesarios para ganar proyectos millonarios. Además, se han identificado conexiones políticas entre algunas de estas empresas y funcionarios públicos, lo que sugiere un posible favoritismo en la adjudicación de contratos.
Distribución inequitativa de recursos: Un problema que promueve corrupción
Otro problema grave del mecanismo OXI es la distribución inequitativa de los recursos para la ejecución de obras. Según la última actualización del MEF realizada a fines de febrero, nueve municipalidades concentran el 20% de los fondos, mientras que dos Gobiernos Regionales (Cusco y La Libertad) concentran el 17% de los fondos para OXI. En contraste, la Región Lima Metropolitana, donde se concentra el 30% de la población según datos del INEI, tiene una asignación de solo 7 millones de soles. Esta distribución desproporcionada sugiere que los fondos no están siendo asignados en función de las necesidades reales de la población, sino bajo criterios que favorecen a ciertos distritos y regiones sin justificación clara.
El papel del Congreso y el MEF: Actualizaciones cuestionables
El Congreso y el MEF han jugado un papel clave en la actualización de los topes de crédito y los Certificados de Inversión Pública Regional y Local (CIPRL). Sin embargo, estas actualizaciones han sido criticadas por su falta de transparencia y por beneficiar desproporcionadamente a ciertas municipalidades y gobiernos regionales. La pregunta que surge es si estos fondos están siendo utilizados para mejorar la infraestructura o si, por el contrario, están sirviendo para financiar asesorías y estudios de pre inversión de baja calidad técnica. Por mencionarlo de manera light.
Necesidad de reformas urgentes
El mecanismo OXI, diseñado para acelerar la inversión en infraestructura pública, está lejos de ser el éxito que el gobierno promueve. Con más de 1,359 millones de soles en adjudicaciones desistidas y convenios resueltos, y una distribución de recursos que favorece a localidades con poca capacidad de ejecución, el mecanismo OXI necesita urgentes reformas y mejoras. Los hallazgos de El Foco sobre el uso de “Bonos de Reconstrucción” y las conexiones políticas en la adjudicación de contratos añaden una capa adicional de preocupación. Es momento de preguntarse si este mecanismo está realmente cerrando brechas sociales o si, por el contrario, se está convirtiendo en un mecanismo mediante el cual se benefician empresas privadas no calificadas con el consentimiento de ciertos funcionarios y la miopía de los Sistemas de Control.
Llamado a la transparencia y la eficacia
Este reportaje no busca desprestigiar al mecanismo OXI en su totalidad, sino exponer las fallas que lo han convertido en un sistema vulnerable a la corrupción y la ineficacia. Es fundamental que se implementen reformas que garanticen una distribución equitativa de los recursos, una mayor transparencia en la adjudicación de contratos y una ejecución más eficiente de los proyectos. Solo así el mecanismo OXI podrá cumplir con su objetivo original de cerrar las brechas de infraestructura en el país con apoyo de empresas con real capacidad financiera y beneficiar a la población que más lo necesita.
Importante mencionar que este artículo ha sido elaborado en base a información pública oficial del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y ProInversión, complementados con la investigación de El Foco (picar aquí) sobre irregularidades en la adjudicación de contratos OXI. La intención es ofrecer una visión crítica y constructiva sobre el mecanismo OXI, exponiendo sus fallas y proponiendo una reflexión sobre su futuro.
LA CEREZA DEL PASTEL
El análisis complementario realizado por América Sistemas sobre las empresas privadas que participaron en procesos adjudicados mediante el Mecanismo OXI durante el año 2024 revela datos significativos al contrastarse con los registros de utilidades de las principales Top 1,000 empresas del Perú. Del total de 126 procesos adjudicados, 69 empresas privadas diferentes resultaron beneficiadas. Sin embargo, solo 39 de estas empresas figuran en el Top 1,000 empresas del país, lo que indica que 30 empresas adjudicatarias no alcanzan a declarar utilidades superiores a 492 mil soles, que es el promedio del último quintil del ranking. Este hallazgo sugiere que una proporción considerable de las empresas privadas que han accedido a contratos mediante el Mecanismo OXI no se encuentran entre las de mayor rentabilidad en el país, lo que podría plantear interrogantes sobre su real capacidad financiera o su representatividad en el mercado. Estos resultados invitan a profundizar en la evaluación de los criterios de adjudicación y en el perfil de las empresas beneficiarias, con el fin de garantizar transparencia y eficiencia en los procesos de contratación pública.