Cómo podemos determinar la pertinencia del trabajo remoto, comienza la entrega de nuestro columnista, Dr. Augusto Bernuy, recuerda que el teletrabajo existe hace más de 40 años, el científico Jack Nilles de la NASA, analizó cuál opción podría enfrentar la crisis petrolera que estaba viviendo EEUU (1973). Un objetivo de su investigación era reducir el traslado de los trabajadores a sus respectivas oficinas, logrando mejorar la calidad de vida de los trabajadores y la calidad laboral de las empresas.
El Trabajo Remoto es un cambio Cultural y Tecnológico
El articulista pretende llamar la atención sobre la prioridad que se debe tener para el bienestar de los trabajadores, las empresas y reducir los altos índices de contagio del Covid – 19.
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 10 de febrero 2021) Mientras que Uruguay estaba muy focalizado en el Mercado Argentino, exploró otros mercados por e-commerce y los independientes comenzaron a vender sus productos y servicios por internet en todo el mundo. En el 2006, España inicio el Plan Concilia, para impulsar el Teletrabajo en la administración Pública favoreciendo la conciliación de la vida laboral, familiar y personal de todos sus empleados. En el año 2008, Colombia expide la ley de Teletrabajo (UNED, 2019).
En Perú el Teletrabajo se regula en el 2013 con la Ley Nº 30036, y su reglamento en el 2015 (DS Nº 009-2015-TR). En marzo 2020, el DU Nº 026-2020 establece dos criterios, primero que siempre que la naturaleza de las labores lo permita se puede utilizar cualquier medio o mecanismo que posibilite realizar las labores fuera del centro de trabajo, y segundo aplicar de manera obligatoria el trabajo remoto en casos de trabajadores considerados en el grupo de riesgo por edad y factores clínicos. Pero, en la mayoría de los casos solo se cumple lo señalado como obligación, es decir, no se puede discernir cuando la naturaleza del trabajo permite el trabajo remoto y la costumbre es hacer solo lo que tiene carácter de obligación.
En el comercio se señala: “No procurar que la mayor cantidad de trabajadores cumplan con sus tareas desde casa, en esta coyuntura, es un meridiano acto de irresponsabilidad por parte del sector público. En este momento, no podemos arrastrar los pies ante el COVID-19; al contrario, toca retomar y atizar la vigilancia que todos demostramos cuando empezó este trance. El cansancio es comprensible, pero no hay espacio para la desidia” (El comercio, 2021).
En las universidades públicas y privadas existe un buen ejemplo de haber enfrentado todas las restricciones de la cuarentena y continuar trabajando. Entonces, si sabemos que muchos docentes trabajan en la empresa y en la administración pública ellos pueden guiar el trabajo remoto, pero por algún motivo no son tomados en cuenta.
“La idea de que los trabajadores no estén constantemente controlados por un supervisor puede llevar a desconfianza y preocupación en algunos líderes empresariales. El cambio los asusta y con ello los lleva a poner trabas al desempeño. Para lograr incorporar definitivamente el teletrabajo las empresas deben hacer un cambio de mentalidad y orientarse hacia la obtención de resultados en lugar de la simple acumulación de horas de trabajo. Es decir, enfocar su éxito no en las horas que se trabaje sino en los logros que se alcancen” (Universia, 2018).
Las barreras culturales son la desconfianza y abusos, por ejemplo, antes de la pandemia era común que las personas acudían a trabajar estando enfermas, como demostración de compromiso. Si antes debían trabajar más horas en días laborables, hoy se usan los medios de comunicación para que además se trabaje en los días y horas de descanso. Es trabajo adicional sin pago y se justifica como muestra de colaboración. Si la persona no está el grupo de riesgo es obligada al trabajo presencial pudiendo hacer el trabajo remoto, en otras palabras, se pone en riesgo la salud de los demás porque tiene trasladarse entre otros factores. Las barreras tecnológicas son la falta de preparación y experiencia para manejar las tecnologías de colaboración, se está haciendo uso permanente de herramientas de mensajería para el envío de archivos, que pueden tener información confidencial, y no existen criterios para la planificación.
Entonces, se debe evitar que el teletrabajo se use para desmejorar los beneficios y condiciones laborales, para no respetar los límites del horario de trabajo o para tratar diferente a los trabajadores presenciales. El trabajo remoto es una opción responsable, para ello se requiere apoyo de los docentes que tienen experiencia y pueden capacitar al personal para el uso adecuado de las herramientas de colaboración, reuniones y mensajería con la prioridad en el bienestar personal y familiar del trabajador. La actitud es priorizar el trabajo por resultados, y con ello se logra mayor eficiencia, reducción de costos, posibilidad de contratar personas con discapacidad y menos gastos en espacios de oficinas, en resumen mayor productividad, bienestar y reducción de los casos de contagio del COVID-19.
REFERENCIAS
El comercio, 2021. Editorial: Ni remotamente responsables. https://elcomercio.pe/opinion/editorial/sector-publico-editorial-ni-remotamente-responsables-covid-19-noticia/?ref=ecr
UNERD. 2019. Programa de Teletrabajo. https://www.uned.ac.cr/viplan/teletrabajo/que-es-teletrabajo/historia
UNIVERSIA. 2018. Las barreras a las que se enfrenta el teletrabajo y cómo superarlas.
https://www.universia.net/ar/actualidad/empleo/barreras-que-se-enfrenta-teletrabajo-como-superarlas-1158499.html
Who is Who
El Dr. Augusto Bernuy Alva es doctor en Informática por la Universidad Pontificia de Salamanca, España (2009), también doctor en Gobierno y Política Pública por la Universidad de San Martin de Porres, Perú. (2017)
abernuya@usmp.pe
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