Diversos especialistas opinan acerca de la validez del censo del 22 de octubre. El demérito es evidente, no solo a la experiencia de la población censada y no censada, sino que las mediciones demuestran que su valor técnico y la confianza de la población es mayoritariamente negativa.
Las cifras del Censo deben ser información confiable. Sirve para el planeamiento de todas las entidades del Estado y de los gobiernos a escala nacional, regional y local. Es igualmente útil para el universo académico, para el sector privado y los organismos no gubernamentales. Si tales cifras están mal elaboradas y no son confiables, el daño es inmensurable.
Encuestas al último Censo
La manifiesta desconfianza de la población es elocuente
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 08 de noviembre 2017) Por ello, es importante que las estadísticas que se producen a partir del Censo provean información libre de cuestionamientos. Esto, lamentablemente, no es atributo del Censo ejecutado el 22 de octubre de 2017, sobre población y vivienda, en nuestro país.
Se trata de una apreciación sustentada por dos encuestadoras, una es Gauss Data, la otra es Pulso Perú. La primera encontró que el 11,6% de la población afirma que no fue censada; la segunda encontró que el 6% de la población afirma que no fue censada.
Con relación a la omisión censal, GD encontró que el 38% de la población afirma que conoce que alguna vivienda cercana a su casa o de su barrio no fue censada. En coincidencia, PP encontró que el 20% de la población afirma que solo censaron a algunas personas de su casa. Ambos datos, así como la consultada citada en el párrafo anterior, permiten inferir que hay una alta tasa de omisión censal.
En una tercera consulta, GD encontró que el 65,2% de la población no confía en el resultado del Censo; y PP encontró que es el 70% de la población la que no confía.
La Premier Aráoz tiene un caso grave entre manos. El fútbol ni los casos de delincuentes ni cualquier tipo de cortina impedirán que el Censo 2017 quede sin auditar. Ni el BCR ni el MEF ni ningún Ministerio ni ningún gobierno regional o local; como tampoco la banca, la industria o el comercio, las ONGs o las universidades recogerán datos del INEI, específicamente del Censo, sin recordar la pésima performance de la PCM y del Gobierno en su conjunto, en este caso.
Se comprueba que los actuales miembros del Ejecutivo llegaron sin tener la lección sobre gestión gubernamental aprendida. Ya Humala y Cateriano dejaron al INEI en acefalia; a lo que PPK y Zavala no reaccionaron y lo mantuvieron así. Tipificando una irresponsabilidad grave.
Sobre la institucionalidad del INEI, Aráoz, en un intento por maquillar el hecho censal , anunció que SERVIR elegiría al nuevo Jefe del INEI. Pasaron los días, en exceso según el anuncio de la Premier, y al 05 de noviembre no se publica el DS que lo faculte.
La Premier tiene la potestad de ceder a SERVIR tal encargo, solo que sería la norma que confirma la laxitud del gobierno anterior y del expremier Zavala, colocándolo como un irresponsable comprobado por norma expresa. Además, la Premier deberá normar el incumplimiento de la norma vigente para la elección y designación del jefe del INEI, proceso que se ejecutó y cuyo término ninguno de los dos expremieres inmediatos tuvieron el tino de perfeccionar.
Es penoso que en tanto la OCDE exige calidad censal a Perú y que en el mundo se recuerda a Hirotsugu Akaike, un matemático japonés que prestigió la estadística y la teoría de la información, debamos ocuparnos de una acción fallada y de alto costo para el país.
Se conoce que la Contralaría ya se instaló en el INEI, falta que un grupo de expertos externos realice una medición definitiva y se decida con prontitud sobre el futuro del Censo 2017. Hace falta que un profesional de reconocido prestigio y solvente dominio técnico sea elegido para la jefatura del INEI. En tanto, el país sigue esperando.