La venta de Telefónica Perú por solo USD 1 millón marca el ocaso de un gigante que dominó las telecomunicaciones. De su esplendor en los 90 a su declive por arrogancia operativa, innovación tardía y sordera al cliente, su historia es una lección para los líderes: ningún monopolio es invencible. A pesar de las pérdidas financieras y la fuga masiva de usuarios, no hay duda que su legado humano persiste. Este caso revela que el éxito sostenible exige agilidad, enfoque en el cliente y reinvención constante. ¿Qué aprendizajes deja para el sector y las empresas peruanas? Sigamos leyendo.
Telefónica Perú: De Gigante a Lección de Humildad en las Telecomunicaciones
Hay muchas lecciones que nos deja este caso. ¿Cómo podemos aplicar estos aprendizajes en nuestras propias organizaciones? La conversación recién comienza.
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 23 de abril 2025) Como lector y testigo de la evolución del sector telecomunicaciones en el Perú, no puedo evitar sentir una mezcla de nostalgia y reflexión ante la reciente venta de Telefónica Perú por solo un millón de dólares, nos escribe un lector que laboró en la firma por más de dos décadas. Esta empresa, que en su momento fue sinónimo de innovación y liderazgo, hoy se convierte en un caso de estudio sobre cómo incluso los gigantes pueden caer si pierden de vista lo esencial.
La Caída: Más Allá de los Números
Los datos son fríos, pero reveladores. Telefónica Perú pasó de ser la joya de la corona en 1994 —adquirida por más de USD 2,000 millones— a un valor simbólico tres décadas después. ¿Qué pasó en el camino? La respuesta no está solo en las cifras rojas o la pérdida de clientes, sino en una serie de decisiones (o falta de ellas) que cualquier líder debe analizar:
- La Arrogancia del Éxito Temprano: Confiar demasiado en una posición dominante sin anticipar que la competencia y las necesidades del cliente evolucionan.
- Innovación a Medias: Mientras otros apostaban por fibra óptica y 5G, Telefónica se quedó rezagada, como si creyera que su infraestructura heredada era suficiente.
- Sordera Corporativa: Las multas recurrentes y la fuga de clientes premium eran señales claras de que algo no funcionaba, pero la respuesta fue lenta y burocrática.
Las Lecciones que Duelen
Este caso nos deja enseñanzas crudas pero valiosas:
– Ninguna empresa es “demasiado grande para caer”: La historia está llena de ejemplos, desde Kodak hasta Blockbuster, la lista es larga y abultada. La adaptación no es opcional.
– El cliente siempre tiene la última palabra: Los NPS negativos y la migración masiva a competidores como Entel no fueron casualidad, sino consecuencia.
– La deuda es un arma de doble filo: Cuando el flujo de caja no cubre las obligaciones, el colapso es cuestión de tiempo.
Lo que Perdura: El Legado Humano
Más allá de los errores, es justo reconocer que Telefónica Perú fue cuna de talentos, innovaciones y profesionales que hoy son referentes en el sector. Su contribución a la digitalización del país es innegable. Por eso, esta venta no debería verse como un final, sino como un reinicio. El nuevo accionista tiene la oportunidad de rescatar lo mejor de la compañía: su gente y su conocimiento del mercado peruano.
Reflexión Final
Como dijo un antiguo ejecutivo de la empresa: “Los monopolios no mueren por la competencia, sino por su incapacidad de reinventarse”. Telefónica Perú es un recordatorio de que en los negocios, como en la vida, la humildad y la agilidad son tan importantes como el tamaño y la historia.