Es el titular de un artículo publicado por Jaime de Althaus el pasado viernes 02 de junio en El Comercio. “El pecado de Beteta fue empezar a aplicar las recomendaciones del Informe de la Comisión Interventora del SIS que se creó luego del escándalo Moreno. Ese informe y luego el propio Beteta descubrieron la cantidad de milagros que el SIS había financiado: El parto de 194 hombres y de 143 ancianas y los de 34.812 mujeres que dieron a luz dos veces en menos de dos o tres meses. También la muerte, resurrección y nueva muerte de muchos que cobraron sepelio más de una vez, y 200 operaciones de catarata a un solo paciente, por ejemplo” dice en el segundo párrafo. Panorama desolador amigos lectores.
La corrupción gana la batalla en Salud
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú – 07 de junio 2017) Es evidente para la gente de sistemas que si hay algún registro automatizado de usuarios del SIS, éste es de pésimo diseño, o no se utiliza, o es manipulado, o es simplemente utilizado dolosamente por la mafia que lucra con las atenciones fantasmas y recauda los pagos por las prestaciones tercerizadas. América Sistemas dará inicio a una serie de publicaciones semanales que muestran hasta qué grado la corrupción organizada en nuestro sistema de salud explica la permanente escasez de recursos en todo el territorio nacional. Actualmente hay un servicio en ejecución en el Sistema Integral de Salud para el desarrollo y la implementación de un nuevo Sistema de Registro de Usuarios.
Por otro lado, tenemos conocimiento de la resistencia pasiva y el boicot encriptado que tiene que enfrentar la consultora que tuvo la osadía de presentar propuesta y la “suerte” de ser adjudicado. Aún, así se logre obtener la conformidad del proyecto, las respuestas a algunas interrogantes solo se sabrán analizando las estadísticas luego de unos cuantos meses después de la implementación. Formulamos algunas, para ilustración de nuestros lectores:
- La funcionalidad diseñada para el nuevo sistema, relevada con la participación y la fiscalización de los actuales funcionarios y empleados del SIS, ¿garantiza la trazabilidad necesaria para evitar que una entidad de salud, cobre 200 operaciones de cataratas por un mismo paciente?
- Aun si el sistema a implementarse, tuviese los controles adecuados para evitar fraudes y filtraciones, ¿cómo se puede garantizar que será utilizado para registrar TODAS las afiliaciones y todas las prestaciones brindadas?
- Bajo el supuesto que el sistema fuese funcionalmente adecuado y que es imposible evadir el registro de usuarios y prestaciones, ¿cómo garantizar que no habrá sabotaje a la infraestructura que debe soportar su disponibilidad?
Recordemos que el SIS es el agente asegurador del Sistema Nacional de Salud y que debe registrar los usuarios y servicios de más e 7,000 centros médicos a nivel nacional. A la fecha, el calendario de este proyecto tiene varios meses de retraso. Y las ganas de que nunca entre en funcionamiento se notan. Acompáñennos en esta nueva cruzada de América Sistemas, contra la corrupción y mafias organizadas en nuestro sistema de salud. Aquí el artículo completo de Althaus.
02.06.2017 / 03:00 pm
La semana pasada la ministra de Salud le pidió su renuncia a Edmundo Beteta, jefe del SIS, cediendo a la presión del gremio médico y de sus representantes en el Congreso, que ya habían pedido la cabeza de Beteta y amenazaban con censurar a la propia ministra. Es una lástima. Beteta ha caído porque empezaba a ordenar el SIS, racionalizar tarifas y eliminar corruptelas. Y eso afectaba el statu quo ineficiente y plagado de intereses dedicados al desvío de recursos de los establecimientos de Salud.
El pecado de Beteta fue empezar a aplicar las recomendaciones del Informe de la Comisión Interventora del SIS que se creó luego del escándalo Moreno. Ese informe y luego el propio Beteta descubrieron la cantidad de milagros que el SIS había financiado: el parto de 194 hombres y de 143 ancianas y los de 34.812 mujeres que dieron a luz dos veces en menos de dos o tres meses. También la muerte, resurrección y nueva muerte de muchos que cobraron sepelio más de una vez, y 200 operaciones de catarata a un solo paciente, por ejemplo.
Beteta empezó a hacer auditorías a las prestaciones (no había control) y a poner tarifas que pagaran solo los gastos variables de las prestaciones, no los gastos fijos ni menos bonos remunerativos, que corresponden al presupuesto ordinario. Pero cometió sacrilegio cuando aplicó la recomendación del informe de cortar el incremento explosivo de los desvíos irregulares hacia clínicas privadas: el pago por atenciones en emergencias privadas había pasado de 1,7 millones de soles el 2014 a ¡114 millones! el 2016. Médicos de los propios hospitales aprovecharon para derivar pacientes que habían llegado a emergencias públicas, a sus clínicas privadas o a las de médicos amigos. O había muchos casos que no eran de emergencia u otros que se quedaban muchos días (28 casos de pacientes con estancias que se encuentran entre los ¡100 y 381 días!).
Beteta cortó todo eso: las emergencias en establecimientos privados bajaron abruptamente de 630 casos por un valor de 5,5 millones de soles en setiembre del 2016 a solo 5 casos por un valor de 10 mil soles en marzo del 2017.
Ya podemos ir entendiendo las razones de la protesta de la Federación Médica y de los congresistas galenos. Se acababa el negocio. Beteta estaba firmando convenios con hospitales y regiones con las nuevas reglas de juego. Se lo han tumbado cuando todavía faltaba firmar con la mayor parte de establecimientos y regiones. Adiós, reforma.
Es francamente desalentador. Es la consecuencia de un gobierno extremadamente débil que no ha sido capaz de buscar un acuerdo político con Fuerza Popular –que tampoco ha dado la menor señal de quererlo– para blindar procesos de reforma como este (el de la policía es otro) que afectan intereses poderosos y enquistados en el propio Congreso de la República. Me pregunto si todavía estamos a tiempo para rescatar un acuerdo como ese. De lo contrario, habremos perdido otros cinco años.
Beteta empezó a hacer auditorías a las prestaciones (no había control) y a poner tarifas que pagaran solo los gastos variables de las prestaciones, no los gastos fijos ni menos bonos remunerativos, que corresponden al presupuesto ordinario. Pero cometió sacrilegio cuando aplicó la recomendación del informe de cortar el incremento explosivo de los desvíos irregulares hacia clínicas privadas: el pago por atenciones en emergencias privadas había pasado de 1,7 millones de soles el 2014 a ¡114 millones! el 2016. Médicos de los propios hospitales aprovecharon para derivar pacientes que habían llegado a emergencias públicas, a sus clínicas privadas o a las de médicos amigos. O había muchos casos que no eran de emergencia u otros que se quedaban muchos días (28 casos de pacientes con estancias que se encuentran entre los ¡100 y 381 días!).
Beteta cortó todo eso: las emergencias en establecimientos privados bajaron abruptamente de 630 casos por un valor de 5,5 millones de soles en setiembre del 2016 a solo 5 casos por un valor de 10 mil soles en marzo del 2017.
Ya podemos ir entendiendo las razones de la protesta de la Federación Médica y de los congresistas galenos. Se acababa el negocio. Beteta estaba firmando convenios con hospitales y regiones con las nuevas reglas de juego. Se lo han tumbado cuando todavía faltaba firmar con la mayor parte de establecimientos y regiones. Adiós, reforma.
Es francamente desalentador. Es la consecuencia de un gobierno extremadamente débil que no ha sido capaz de buscar un acuerdo político con Fuerza Popular –que tampoco ha dado la menor señal de quererlo– para blindar procesos de reforma como este (el de la policía es otro) que afectan intereses poderosos y enquistados en el propio Congreso de la República. Me pregunto si todavía estamos a tiempo para rescatar un acuerdo como ese. De lo contrario, habremos perdido otros cinco años.