Varias entidades del Estado peruano evalúan migrar sus operaciones informáticas hacia soluciones más eficientes. Un caso conocido es el Banco de la Nación, cuyo centro de datos espejo en San Isidro aún no tiene una fecha definida para su reubicación. Fuentes confiables advierten que su capacidad de contingencia ante desastres no es de las más seguras, una preocupación que merece análisis. Los motivos detrás de esta situación aún no son claros, pero ameritan atención que los vamos a aclarar. Este medio contactó a dos especialistas en la materia y consultó también a la academia, quienes ofrecen comentarios clave sobre los desafíos y posibles soluciones. Ver siguiente nota.