Un reconocido mayorista de software enfrenta descontento entre su canal de distribución. Extrañan el profesionalismo que caracterizaba a la firma, respaldado por su experiencia en la venta de soluciones world-class. Actualmente, su portafolio abarca desde productos básicos hasta soluciones complejas, lo que, según los canales, ha diluido su enfoque. Además, la incorporación de personal sin experiencia ha generado inquietudes sobre la calidad del soporte ofrecido. Esta situación representa un llamado de atención para que la empresa mejore sus procesos internos, recupere su enfoque estratégico y priorice el conocimiento especializado que la destacó en el pasado.