Esta semana nos trasladamos a la lejana Beijing, China para contarles que este monumento fue diseñado para albergar el centro de control informático de los Juegos Olímpicos de 2008, Digital Bejing es un inmenso volumen de luz y piedra que celebra su carácter de infraestructura tecnológica. El edificio, del estudio chino Pei-Zhu, cubre sus fachadas con la decoración de dos símbolos informáticos: los circuitos integrados, que cubren sus lados, y los códigos de barras, que inspiran sus fachadas frontal y trasera. Utilizado actualmente como data center por el Ayuntamiento de Pekín, la iluminación lo convierte en una forma virtual, pero de día sus once plantas aparecen como lo que son, un pedazo de hardware gris cubierto de polvo. Una locura de diseño.