Cómo ya es conocido la RNDFO es parte de las promesas que los Gobiernos nos hacen hace tiempo. Los peruanos hemos estado pagando cerca de $ 40 millones de anuales por más de una década hasta que en julio del año pasado se resolvió el contrato de concesión de la red con la firma Azteca Comunicaciones tras la publicación de la RM N° 689-2021-MTC/01. Son 322 nodos y más de 13,000 km de fibra óptica desplegados para la interconexión de las capitales de provincias en el país, sobre los cuales el MTC he encontrado 3,000 observaciones y que en buena cuenta no han tenido el impacto proyectado desde la concepción, principalmente por “deficiencias legales planeadas” que ha impedido su rentabilidad y la puesta en valor para la sociedad peruana. De buena fuente sabemos que el actual Gobierno de Pedro Castillo fiel a su entendimiento de meritocracia y “promoción de la inversión” desde el pasaje Sarratea, estarían buscando un viceministro de Comunicaciones que firme la adjudicación directa (US$34 millones) del mantenimiento de esta infraestructura por 3 años a un consorcio liderado por los vietnamitas de Bitel. Quién acepte el cargo deberá pronunciarse primero acerca del encargo. Profundizaremos en el análisis.