Es el título de la entrega periodística que en esta oportunidad nos hace el conocido profesional de las telecomunicaciones en nuestro país, Ing. Iván Chumo García, señalando que en enero pasado, el Gobierno publicó el Decreto Supremo 002-2020-MTC, el cual modifica el Reglamento de la Ley N° 29904, o mejor conocida como la ‘Ley de Promoción de la Banda Ancha’. El articulista considera que pasó casi desapercibido por la coyuntura nacional. Sin embargo, considera necesario, precisar algunos cambios que se darán y que podrían afectar a todo el sector
¿Un salvavidas para Azteca?
Alternativas que se propone y donde el Ministerio de Transportes y Comunicaciones debería validar, no se pueden equivocar nuevamente, el futuro digital depende en gran medida de la interconexión. Esperamos haya un pronunciamiento al respecto.
(americasistemas.com.pe. Lima, Perú- 04 de febrero 2020) Según la modificatoria amparada en el artículo 14, se precisa que ahora la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica podrá prestar servicios de interconectividad y comercialización en enlaces internacionales.
Además, se establece que Proinversión podrá entregar en concesión la construcción, operación, mantenimiento y explotación de la RDFO. Asimismo, el operador -Azteca- podrá ofrecer cualquier esquema de provisión de servicios por ancho de banda, bits, lambdas y demás. También podrá ofrecer prestaciones adicionales como hosting, housing, NAP, seguridad, servicios en la nube, servicios gestionados, etc. (art. 22.5).
Una importante precisión es que no se podrá ofrecer servicios de fibra oscura. Mientras que la operación y mantenimiento de las redes regionales pueden estar a cargo de cualquier operador de telecomunicaciones. Adicionalmente, la modificatoria también indica que los operadores regionales y de redes de acceso deberán brindar servicios de conectividad de Banda Ancha a la REDNACE (Red Nacional del Estado) y a la RNIE (Red Nacional de Investigación y Educación).
En otra parte del documento legal, se precisa que Osiptel podrá optar por diferentes criterios tarifarios para la RNDFO, las Redes Regionales y las Redes de Acceso, considerando flexibilidad tarifaria con descuentos por volumen o tiempo de contratación. Mención aparte merece el artículo 23-D, el cual indica que el Estado podrá disponer la no aplicación de cofinanciamiento en zonas donde exista competencia, lo que será determinado por Osiptel.
Estas nuevas disposiciones no modificarán de manera automática los contratos vigentes, se deberán suscribir adendas de acuerdo al marco legal vigente.
Ahora bien, gran parte de estas modificaciones eran necesarias para la reorganización y relanzamiento de la RNDFO y las Redes Regionales, la flexibilidad tarifaria, la posibilidad de ofrecer mayores anchos de banda, lambdas, servicios gestionados y otros servicios, pero estos cambios deberían servir como plataforma o base para la reestructuración de las redes regionales y la red dorsal; no como un salvavidas para mejorar los estados financieros del actual operador de la red dorsal y eviten lo que hace tiempo se viene gestando: el retiro de Azteca, por el fracaso del modelo financiero sobre el que se licitó dicha red.
Lo que tenemos en estos momentos es una gran oportunidad de integrar las redes regionales con los anillos de la red dorsal para poder cumplir con el objetivo principal que nos llevó a invertir casi mil quinientos millones de dólares para mejorar la capilaridad de fibra en nuestro país. Vivimos una etapa previa a un cambio cualitativo, la cuarta revolución industrial, la confluencia del Internet de las Cosas (IoT), la progresiva implementación del IPv6, el despliegue de la red de fibra a nivel nacional con la RDFO y las redes regionales, el desarrollo de las redes móviles 4G y pronto las de 5G.
Es la ocasión ideal para definir qué pasará con la RDFO, sobre todo ahora que estamos cerca de recibir gran parte de los 21 proyectos regionales, alcanzaremos una capilaridad en fibra que debería permitirnos mirar con optimismo el futuro digital, sin embargo, no podemos permitirnos el lujo de volver a equivocarnos, no quisiéramos pensar que estos cambios se han dado como un salvavidas para el Operador actual de la Red Dorsal para evitar que se vayan.
Una alternativa lógica sería que fraccionamos la Red Dorsal en 4 anillos, hay que mencionar que esta tiene 6 anillos, y estos 4 anillos se integrarían con las redes de transporte regionales una vez que estén finalizadas, tendríamos los anillos norte, centro norte, centro sur y anillo sur, cada uno de éstos se interconectara, a su vez, de manera obligatoria con 2 anillos de la RDFO para una mejor redundancia y capilaridad.
Estos 4 anillos se podrían licitar, somos varias empresas las que estaríamos interesadas en participar, la tarifa entre la dorsal y las redes regionales se integraría, lo que automáticamente bajaría el costo de transporte de LDN a la mitad o menos. Tenemos lo más difícil, tendremos más de 30,000 km de fibra óptica tendida a lo largo y ancho del país, pero es un momento de definiciones y la alternativa más lógica es brindarle las facilidades al actual operador de la Red Dorsal para que se retire y podamos integrar una solución que nos beneficie como país.